Por qué nos da vergüenza decir que vamos al psicólogo

Por qué nos da vergüenza decir que vamos al psicólogo

Por qué nos da vergüenza decir que vamos al psicólogo

Si tienes cualquier problema físico vas al médico y no pasa nada, no te da reparo contarlo delante de nadie. En cambio, si tienes un problema mental, de ansiedad o de gestión de las emociones y decides ir al psicólogo para que te ayude lo más normal es que lo ocultes a tu entorno. ¿Por qué actuamos así? En este artículo te explicamos algunas claves para entender por qué nos da vergüenza decir que vamos al psicólogo. Sigue leyendo para descubrir las causas principales de este absurdo tabú y aprende algunas técnicas para evitar hacer un problema de ello.

Por qué nos da vergüenza decir que vamos al psicólogo

Si tienes dolores de espalda vas al masajista o al fisioterapeuta. Cuando te resfrías o notas algún problema de salud vas al médico. Si tienes problemas con tu visión vas al oculista. Seguro que no tienes problemas en contarlo después a tu familia y amigos.

Pero ¿por qué es diferente cuando los problemas que tienes son psicológicos? ¿Es que a caso pasa algo por tener un trastorno mental?¿Es menos fuerte una persona a quien la ansiedad y la depresión le están superando y se decide a pedir ayuda profesional? Sin duda se trata de tabús absurdos, pero todavía siguen vigentes en la actualidad y prácticamente todos los tenemos. A continuación te presentamos algo de información interesante para que puedas entender mejor por qué nos da vergüenza decir que vamos al psicólogo.

En primer lugar cabe reseñar, como leemos en psicologos-malaga.com, que fundamentalmente nos da miedo o vergüenza contar que vamos al psicólogo porque todavía se trata de un tabú y existe bastante estigma social sobre el acudir a este tipo de profesionales para tratar problemas de estrés, ansiedad, personalidad o depresión.

En primer lugar esto es así porque se considera que si vas al psicólogo tienes un problema mental, e inmediatamente se estigmatiza al máximo a este tipo de personas. En este punto cabe reseñar que algunas de las personas que van al psicólogo como complemento al psiquiatra si pueden tener trastornos mentales, pero esto no debe ser causa de estigmatización ni marginación en ningún caso ya que se trata de personas perfectamente normales (todos los somos) que pueden llevar una rutina normal y tener una vida estable si acuden de forma regular a sus consultas y cuidan su salud como cualquier otra persona.

Asimismo, las personas con de presión o problemas de ansiedad no padecen ningún tipo de enfermedad psiquiátrica y no deben avergonzarse de pedir ayuda pues en muchos casos son mucho más valientes que las personas que no se atreven a hacerlo y se tragan sus problemas sintiéndose cada vez más miserables simplemente por no acudir a un psicólogo y no tener que contarlo.

Muchas personas tienen miedo al rechazo de su entorno y no solamente no cuentan que van al psicólogo sino que ni siquiera van para que no se las discrimine o se las tache de débiles o depresivas. Se debe eliminar por completo este estigma pues un tratamiento psicológico es tan normal como cualquier tratamiento físico y sin duda el miedo a lo que puedan pensar los demás no debe paralizarnos a la hora de cuidar nuestra salud física o mental y mirar por nosotros mismos y por nuestra felicidad y bienestar diario.

Por otro lado también existen otras personas que no lo hacen por los demás sino que son ellas mismas las que se niegan a aceptar que han tenido o tienen que recurrir a un psicólogo para que les ayude a sus problemas.

En este caso es la propia persona que necesita ayuda psicológica la que empeora todavía más su situación al sentir vergüenza y miedo porque se consideran incompetentes y débiles por no haber sido capaces de gestionar sus propios problemas y afrontar sus retos en soledad. Para estas personas el tener que acudir a un profesional psicólogo significa un fracaso en su vida pues consideran que el mundo les ha superado y es por ello que consideran que si lo cuentan el resto de personas pensarán lo mismo. Normalmente se trata de gente con baja autoestima que se encuentra muy derrotada y de verdad necesita ayuda y es por ello que, como explicábamos más arriba resulta clave eliminar este tipo de tabús para poder ayudar a estas personas a que sigan adelante con fuerza y energía.