Diferencia entre polvo compacto y polvo suelto

Cuando se trata del maquillaje podemos encontrar varios productos en forma de polvos que podemos aplicar sobre nuestro rostro. Y es que cada una de las principales marcas de cosmética suele incluir uno de estos productos en su catálogo. El polvo es una de las piezas fundamentales del maquillaje gracias al cual podemos sellar y darle un acabado más profesional a nuestro aspecto. Ahora bien, dentro de este tipo de productos debemos hacer una distinción básica y general en dos tipos de polvo. Estos son el polvo compacto y el polvo suelto, cada uno de los cuales tiene unas propiedades distintas —aunque la función principal sea la misma—.

En este artículo analizamos cuáles son las principales diferencias entre el polvo compacto y el polvo suelo, para que no tengas duda qué producto elegir en el momento en el que vayas a tu tienda cosmética preferida.

¿Qué es el polvo compacto?

El polvo compacto es un elemento fundamental del maquillaje. Este, puede ser aplicado sobre la piel directamente sin necesidad de aplicar previamente una base, ya que —al ser polvo compacto— la textura es más gruesa y se la piel se ve pareja. De hecho, no es aconsejable que se utilice la base ya que el efecto final puede dar lugar a que se vea demasiado sobrecargado. El polvo compacto crea también un efecto aterciopelado sobre la piel.

¿Qué es el polvo suelto?

El polvo suelto es un tipo de polvo hecho a base de partículas diminutas —mucho más que las del polvo compacto—. Este producto cuenta con una amplia cobertura y ofrece unos resultados impecables, aunque, debe ser aplicado junto a una base de maquillaje para poder sellarlo. Este tipo de polvo es ideal para todo tipo de pieles debido a que anula el brillo del rostro y evita ese molesto efecto que con otros tipos de maquillajes no es posible.

Diferencias entre el polvo compacto y el polvo suelto

Lo cierto es que, a pesar de que ambos productos son polvos, cada tipo de polvo tiene unas características especiales que los distinguen del otro. Comentábamos más arriba que el polvo compacto puede ser aplicado sin base, mientras que el polvo suelto debe utilizar una base para ser sellado —debido a la composición y el tamaño de las partículas de cada uno—. Esta es una de las diferencias principales, aunque podemos encontrar más.

Otra de las distinciones principales es la cobertura, siendo mayor en el caso del polvo suelto. Y es que, a diferencia del polvo compacto, el suelto puede ser aplicado sobre pieles grasas y mixtas, ya que este tipo de maquillaje acaba con los molestos brillos de la piel generados por el sebo.

Ahora bien, los polvos compactos son mucho más sencillos de aplicar y tienen mayor duración. Estos resultan esenciales para retocar nuestro maquillaje cuando salimos a la calle, al contrario que en los polvos sueltos. En PolvosCompactos.com puedes conocer más sobre este tipo de polvo y otros muchos productos cosméticos. Y es que, como comentábamos, en caso de necesidad un polvo compacto nos ayudará a retocar nuestro maquillaje en un momento. Para ello, lo único que necesitamos es llevar con nosotras una brocha gorda y listo.

Debemos tener en cuenta, también, que los polvos compactos tienen una composición mucho más apretada y vienen en un envase muy práctico que nos facilita su trasporte en nuestro bolso o en nuestro kit de maquillaje —sin tener que preocuparnos de que se abra, como ocurre con el polvo suelto que, además, nos generaría un desastre en el interior de nuestro bolso—. Una opción que podemos llevar a cabo para estar siempre guapas y equipadas es utilizar nuestro polvo suelto para arreglarnos en casa —gracias a su estupendo acabado— y llevar siempre en nuestro bolso un maquillaje compacto para retocar nuestro rostro a lo largo del día, en caso de necesidad. Este último nos será de gran utilidad para retocar las zonas más diluidas o para reducir el brillo de las zonas grasosas.

Como ves, cada polvo tiene sus características y sus diferentes usos. Lo bueno de todo es que estos polvos pueden complementarse entre sí, pudiendo hacer uso de uno en determinados momentos y utilizar el otro en otras circunstancias —siempre y cuando nuestra piel nos lo permita—. Así pues, podremos arreglarnos y maquillarnos antes de salir de casa con los polvos sueltos —como comentábamos— y utilizar los polvos compactos para retocarlo a lo largo del día. También podemos utilizar el polvo compacto cuando vayamos mal de tiempo y necesitemos maquillarnos rápidamente, ya que este es más sencillo de aplicar —y puede ser utilizado sin una base de maquillaje—.