Propiedades saludables del marisco

Propiedades saludables del marisco

Junto a otros productos marinos, los mariscos son un alimento muy saludable, lo que además de su exquisito sabor lo convierte en uno de los mejores platos que podemos llevar a nuestra mesa

Sus valores nutricionales son muy similares a los del pescado, pero también reúnen una serie de atributos y beneficios que los hacen únicos, razón por la que muchas expertos en nutrición recomiendan su consumo no sólo a aquellas personas que lo precisan por algún problema de salud o deficiencia alimenticia determinada, sino también a todas las que se preocupan por mantener una dieta equilibrada, balanceada y cardiosaludable.

Sin más, echemos un vistazo a las principales propiedades saludables de los mariscos.

Proteínas y ácidos grasos

Los mariscos tienen un alto valor biológico en proteínas, las que concentran al igual que el pescado entre un 15 y 20 %.

Al igual que las de las carnes y huevos, las proteínas de los mariscos se consideran como “completas” porque reúnen todos los aminoácidos esenciales que el organismo humano necesita para crecer, desarrollarse y mantenerse fuerte.

Asimismo, los mariscos son ricos en ácidos grasos poliinsaturados omega-3, que favorecen el aumento de ácido úrico en sangre y son altamente saludables y recomendados en dietas enfocadas en la pérdida de peso, por su bajo aporte calórico pero de alto valor energético, así como en momentos especiales como el embarazo, la lactancia y la infancia.

Minerales

“Los mariscos también aportan al organismo saludables dosis de minerales como el calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, yodo, hierro y cloro, vitales para muchas funciones de los diversos sistemas del cuerpo humano”, nos dicen desde el restaurante Pilsener, uno de los mejores restaurantes en Valencia.

Por ejemplo, el calcio es importante para la formación de los huesos y dientes, la contracción de los músculos, la transmisión del impulso nervioso y la coagulación de la sangre, mientras que el fósforo es muy beneficioso para la actividad cerebral.

Por su parte, el potasio también interviene en la transmisión del impulso nervioso, la contracción muscular, la actividad neuromuscular y el desarrollo celular, y el hierro es un nutriente vital para el crecimiento y el metabolismo de los organismos.

Vitaminas

Además de minerales, los mariscos también reúnen altos niveles de vitaminas, sobre todo de las del grupo B (B1, B2, B3 y B12), seguidas por las de los grupos A y D, y en menor proporción vitamina E.

Las vitaminas A y E son relevantes desde el punto de vista nutricional por su función antioxidante, o lo que es lo mismo, por la protección que brindan contra algunas enfermedades degenerativas como las cardiovasculares y el cáncer.

Por su lado, la vitamina D favorece la absorción en el intestino y los riñones de minerales como calcio y fosfato, lo cual contribuye a la mineralización de huesos y dientes.

Colesterol y bajo aporte calórico

Los mariscos poseen cantidades considerables de colesterol. Lo curioso con ellos es que consumidos como alimentos no incrementan los niveles de colesterol en sangre, a diferencia de otros.

Esto se debe a que, como ya dijimos, tienen una elevada proporción de grasas insaturadas, muy saludables para el organismo humano, y esenciales para la disminución de los riesgos de formación de coágulos sanguíneos, causantes de muchas enfermedades cardiovasculares, y para el buen desarrollo de la circulación.

De igual forma, los mariscos pueden considerarse como un alimento integralmente positivo y beneficioso para las personas con sobrepeso u obesidad debido a que su contenido calórico es relativamente bajo, aunque su aporte en energía biológica puede ser emulado por pocos alimentos animales.

Alimento idóneo para sanos y enfermos

Por todas sus propiedades nutricionales los mariscos son idóneos para una dieta regular, lo mismo de personas sanas que enfermas.

Los nutrientes que aportan son perfectos para mantener una alimentación saludable y para contribuir a la prevención de enfermedades como el bocio, la diabetes, algunos tipos de cáncer y las cardiovasculares.

Esto se aplica en igual intensidad para las distintas etapas fisiológicas, ya sea en la infancia, la adolescencia, el embarazo, la lactancia, la edad adulta o la vejez, pero algo importante a tener en cuenta es que no importa cuán saludable o perfecto sea un alimento, este debe ser alternado en su consumo con otros de origen animal o vegetal, para conformar así una verdadera dieta balanceada que garantice una nutrición y alimentación saludables.

Fuente: directoalpaladar