Cómo manipular alimentos correctamente

Cómo manipular alimentos correctamente

Como hemos leído o escuchado mucho desde que vamos al cole y nos hablan de nutrición y alimentación, la seguridad alimentaria es algo importante y trascendente para la salud humana.

Sin embargo, algo de lo que también se nos ha hablado bastante, pero que por razones inexplicables no atendemos, a tono con lo que se observa a diario, es de la importancia de manipular los alimentos correctamente, ya que esta es una de las garantías principales de esa seguridad alimentaria y por tanto, de la salud.

Por estas razones, en el artículo refrescaremos las nociones elementales de higiene y daremos consejos de utilidad para que la manipulación de la comida en casa se haga sanamente.

Lavado de manos

El lavado de manos es una práctica esencial para manipular adecuadamente los alimentos. A veces la obviamos en medio de la vorágine de nuestras actividades diarias, pero esta puede ser la causa de eventuales contaminaciones.

Asimismo, otras veces no obviamos el lavado, pero lo hacemos incorrectamente.

Por ello, hemos pedido ayuda a los creadores de CarnetdeManipulador.net, que nos den una serie de consejos. Lo primero que nos dicen es que recordemos que el lavado de manos incluye los antebrazos (hasta el codo) e impone frotar toda el área por más de 15 segundos, hasta que observemos espuma del jabón y hayamos frotado hasta las uñas con seriedad pulcra.

Luego del enjuague el secado debemos hacerlo con una toalla limpia, no mojada preferiblemente para evitar la adquisición de gérmenes ya sembrados en ella.

Con las manos limpias es que debemos manipular los alimentos que nos hayamos traído de la compra, así como cualquier otra que vayamos a preparar, ya sea para un bocadillo o para una comida principal de la jornada, entiéndase desayuno, almuerzo o comida.

Importante es no olvidar que tras ir al baño, lo mismo al uno que al dos, debemos lavar las manos. Con ello nos ahorraremos el ser transmisores de eventuales microorganismos, algunos incluso patógenos, contaminantes de alimentos o de nuestra boca cuando por entretenidos que somos nos podemos llevar la mano sucia a la boca o a la nariz.

Más atención a los alimentos crudos

Con las manos limpias podemos pasar a la manipulación de los alimentos, poniendo especial énfasis sobre los crudos, que son los más contaminados y vulnerables a incrementar su potencial tóxico, que puede trasladarse a otros alimentos ya previamente cocinados o preparados.

Esa última posibilidad describe de forma simplona algo muy frecuente que se produce al manipular los alimentos en caso y que se llama contaminación cruzada.

Con un poco más de rigor científico o al menos descriptivo podemos decir que las contaminaciones de este tipo no son más que la transmisión de microorganismos de un alimento a otro, a partir de la manipulación que hacemos sobre los mismos o de la contaminación de las superficies sobre las que los operamos.

Las contaminaciones cruzadas son más peligrosas en potencia cuando se suceden de alimentos crudos a otros ya elaborados, escenario que se ve favorecido si a los posibles patógenos contenidos no les ponemos los obstáculos suficientes durante la manipulación de los alimentos.

¿Qué hacer?

De lo anterior se desprende que manipular los alimentos correctamente en casa no es coser y cantar.

Además de las normas básicas de higiene para con nuestras manos y los propios alimentos, que deben lavarse también antes de ser manipulados y preparados, debemos atender a la higiene de las superficies que entran en contacto con los alimentos crudos.

Da igual si es carne, pescado, fruta o verdura, la superficie sobre la que el género descansará mientras lo manipulamos debe ser limpiada con esmero tanto antes como después de la manipulación de un alimento u otro.

Esto aplica también para los utensilios y los recipientes. Si evitamos que los patógenos o microorganismos traspolados por un alimento a una superficie o a nuestras manos se crucen a otro, habremos manipulado correctamente la comida, tributando a nuestra seguridad alimentaria y, por ende, a la salud.