¿Cómo limpiar bien los juguetes eróticos?

¿Cómo limpiar bien los juguetes eróticos?

¿Cómo limpiar bien los juguetes eróticos?

No cabe duda de que los juguetes eróticos pueden ayudar a mejorar las relaciones sexuales haciéndolas mucho más divertidas, pero no se debe olvidar que necesitan un correcto mantenimiento, así como una higiene adecuada, mucho más si se tiene en cuenta que se trata de unos dispositivos destinados a un uso íntimo. Si quieres poder disfrutar con ellos mucho tiempo sin tener ningún tipo de problema no olvides dedicarles unos sencillos, pero básicos cuidados. A continuación te presentamos algunos tips o consejos para mantenerlos siempre impecables y poder jugar tranquilamente en soledad o en pareja.

Consejos para mantener limpios tus juguetes eróticos

En primer lugar, sin duda el primer paso va a ser revisar el juguete que se ha adquirido, ver que es seguro, que se encuentra embalado y que las condiciones higiénicas con las que ha llegado hasta ti son las adecuadas. A partir de aquí igualmente debes lavarlo antes de usarlo por primera vez. A ser posible hazlo con agua y jabón para zonas íntimas. Después, una vez empieces a utilizarlo deberás repetir esta operación cada vez que acabes de usarlo y/o que vayas a volver a utilizarlo a fin de garantizar las mejores condiciones higiénicas para tus relaciones.

“Si tu juguete tiene baterías no olvides tener cuidado de que no se mojen, porque si no podrían estropearse”, nos recomiendan desde el sexshop de Madrid Diversual. Además, si lo compartes será interesante ponerle preservativo porque sobre todo los de silicona tienden a absorber bacterias por los poros y a no ser que los limpies muy bien podrás incluso transmitir alguna infección. Si además vas a utilizarlo anal y vaginalmente deberías hacer lo mismo o podrías traspasar las bacterias del ano a tu vagina, así que mejor ponerle preservativo. Si no quieres utilizar esta opción lo mejor es hervirlo, además de limpiarlo, con agua caliente para esterilizarlo bien, aunque algunos de ellos no aguantarán las altas temperaturas. Cuando estén lavados que los seque el aire puesto que si utilizas toallas las fibras podrían adherirse a ellos.

Limpieza según materiales

Además, deberás tener en cuenta algunas pautas a la hora de la limpieza según el material del que estén elaborados tus juguetes. Los juguetes de silicona son fáciles de cuidar y los podrás lavar, como ya se ha explicado, con agua y jabón o hervirlos para desinfectarlos más. Los juguetes de Jelly, un material poroso, es mejor lavarlos con agua y con jabón antibacteriano, ya que se trata de un material muy poroso. Los juguetes de látex lo mismo que los de Jelly, y además de utilizar con ellos jabón antibacteriano o neutro mejor lavarlos con agua tibia. En cuanto al plástico duro bastará con agua tibia y jabón neutro, además de que también se puede utilizar un algodón empapado en alcohol, pero esta opción no es muy recomendable porque después se tiene que enjuagar excesivamente bien. En cuanto al acrílico, este material aunque es muy resistente se tiene que lavar también con agua y con jabón y se podrá hervir si no lleva baterías.

Y también, como se ha explicado con anterioridad, lo mejor es utilizar jabones para zonas íntimas pero si esto no puede ser utiliza siempre jabones neutros o anti-bacterias y no utilices jabones que vengan perfumados o que no sean neutros. Además, si vas a utilizar lubricantes, utiliza los que sean compatibles con el material del que esté hecho tu juguete y no utilices lubricantes ni de silicona ni de vaselina con éstos porque podrían dañarlos, podemos leer aquí. Lo indicado es utilizarlos con base agua que sirven para todos los materiales.

Finalmente, a la hora de guardarlo se debe revisar si se encuentra seco y también se podrán empolvar con talco si se trata de materiales muy sensibles, porque así se conservarán mejor. Si el aparato incluye pilas mejor quitarlas antes de guardarlos y lo mejor será hacerlo por separado en diferentes bolsas porque todos los materiales no son compatibles. Lo mejor con estos juguetes es guardarlos en un lugar seco sin calores y sin humedades para que no se estropeen.