Cavitación como tratamiento para eliminar grasa localizada

Cavitación como tratamiento para eliminar grasa localizada

Prácticamente todas las mujeres (y en menor medida algunos hombres) tarde o temprano, acabamos sufriendo lo que comúnmente se conoce por “piel de naranja” en alguna parte de nuestro cuerpo. Siendo la parte más común en glúteos y muslos. Pero…

¿Porqué y cómo se produce la piel de naranja?

La piel de naranja corresponde a acúmulos grasos presentes en el tejido subcutáneo o hipodermis. Se trata de la capa más interna de la piel, la cual contiene adipocitos con tal de regular la temperatura corporal. Cuando estos adipocitos son acumulados en exceso y el tejido conjuntivo queda colmado de agua no se produce un correcto drenaje. Como consecuencia, las toxinas formadas tampoco son eliminadas y con esto el aspecto deformado de la piel comúnmente conocido como celulitis.

Con el objetivo de deshacerse de esta celulitis son muchos los remedios y ejercicios que podemos encontrar en internet. Muchos de ellos prometen una eliminación rápida con poco esfuerzo y a pesar de que suena muy tentador, en la mayoría de los casos los resultados prometidos distan muchos de los obtenidos.

Llevar un estilo de vida saludable acompañado de una dieta sana y una práctica regular de ejercicio son los consejos más comunes con el fin de eliminar esta celulitis. Pero a pesar de que se trata de los consejos más adecuados, si tenemos que ser honestos, muchas veces no son suficientes. Es aquí cuando los diferentes tratamientos estéticos entran a jugar un papel fundamental.

Entre las técnicas más empleadas con este fin se encuentran la endermoterapia, radiofrecuencia, ultrasonido, mesoterapia así como la cavitación. Pero es esta última la que lleva ocupando el número 1 como técnica para eliminar la grasa localizada desde hace ya varios años en todos los centros de belleza. Pero, qué es la cavitación y en qué consiste.

Tratamiento de Cavitación, ¿en qué consiste?

Se trata de una técnica de belleza no invasiva y sin cirugía donde a través de ultrasonidos de baja frecuencia, normalmente no superior a 4Mhz, se consigue modificar el estado de las células adiposas. La estructura de estas células, tras haber estado sometidas a las ondas de ultrasonidos, adquieren un estado semilíquido, lo cual permitirá su futura expulsión a través de la orina.

¿Cuál es el resultado?

El resultado es una pérdida de volumen debido a la eliminación de los depósitos de grasa acumulados. Se tiende a pensar que el objetivo de la cavitación es disminuir el peso pero, a pesar de que la eliminación de los acúmulos de materia grasa (los cuales pesan) hace que nuestro peso se vea reducido, el propósito de la cavitación es más bien conseguir una disminución de volumen y modelamiento corporal.

¿Dónde puede ser aplicado?

A pesar de que se trata de una técnica no invasiva y muy utilizada para la eliminación de celulitis y grasa acumulada en diferentes partes del organismo todavía existen algunas zonas del cuerpo donde su uso no es del todo recomendable. Entre las zonas más usuales donde aplicar dicho tratamiento se encuentran los muslos, glúteos, abdomen, rodillas y caderas.

Por el contrario, las zonas del cuerpo menos recomendables donde aplicar la técnica de cavitación se encuentran los senos, genitales, cuello así como la zona torácica. Pero en cualquier caso será el profesional quien determinará las zonas apropiadas donde aplicar el tratamiento en función de las características y estado de salud de cada paciente.

¿Qué tipos de emisión ultrasónica hay?

La técnica de cavitación se puede llevar a cabo a través de emisiones continuadas o emisiones pulsadas. La emisión pulsada consiste en emisiones intermitentes que hacen posible la disminución de temperatura en los tejidos donde se hayan aplicado las ondas. El hecho de bajar la temperatura de la piel donde se aplican las ondas, permite que la siguiente emisión sea con mayor potencia sin riesgo de provocar quemaduras o hematomas en la zona tratada. En el caso de la emisión continuada, como su nombre indica, se trata de una emisión ininterrumpida durante todo el tratamiento. Al contrario de la emisión pulsada, en el caso de la continua, el calor es constante no pudiendo así elevar la potencia. Según la zona a tratar, el tiempo requerido y características del paciente se optará por una emisión u otra.

¿Duele?

No, para nada. La sensación que se puede sentir durante el tratamiento es un ligero hormigueo debidas a las corrientes de electroporación. Pero eso también dependerá de cada paciente así como la zona a tratar. En caso de sentir alguna molestia informar al profesional para bajar la intensidad de las corrientes o suspender su aplicación en caso necesario.

¿Y después?

A pesar de que su efectividad y eficacia son muy altas, los expertos inciden en la importancia de seguir una vida saludable con el propósito de evitar en la medida de lo posible posibles acumulaciones de grasa en las zonas tratadas.